domingo, 16 de octubre de 2011

NOVENA SEMANA [Teoría de la Argumentación Jurídica]


Lenguaje y racionalidad en Atienza: su contribución para una Teoría de la Legislación

    La exposición sobre el pensamiento de Atienza, continúa. En un momento dijo el maestro, “vale la pena dedicarle una clase más”.
    El tema del lenguaje y la racionalidad en Atienza se expuso un poco en clase, pero se me ocurre abundar al respecto, y más por que lo que aborda se trata de un adelanto de tareas futuras.
    Me causó una gran impresión leer el ensayo de Atienza al que semi-humildemente tituló “Contribución para una teoría sobre la Legislación”. A lo largo de toda su reflexión, una y otra vez aclara que solo son notas para, y sin embargo a logra que su mensaje llegue a uno: no existe una Teoría sobre la Legislación, siendo que ahí, en la actividad que arroja reglas y leyes, se encuentra buena parte de la solución jurisdiccional.
    El centro de las consideraciones de Atienza para sus notas sobre una Teoría de la Legislación, lo constituyen los niveles de racionalidad desde los que se puede contemplar la legislación como fenómeno. Estos niveles de racionalidad están gradados en 1. racionalidad linguística (R1); 2. racionalidad jurídico-formal (R2), 3. en cuanto a su pragmatismo (R3); 4. Teleológica (R4), y 5. la de naturaleza ética (R5). A su vez, los elementos de estos niveles se desplegarían en Edictores,Destinatarios, Sistemas Jurídicos, Fines y Valores.
    Estos niveles de racionalidad que a su vez se entrelazan con los elementos mencionados, propenderían al perfeccionamiento del producto legislativo: desde R1, hasta R5, la actividad del legislador no tendría -de acuerdo a Atienza- otro propósito que el de la racionalidad del acto estatal de creación legislativa.
    Entre otras cosas, tambien señala diversas formas de relacionar uno y otro niveles de racionalidad y les atribuye tres objetivos: 1. La búsqueda de cierta unidad o articulación (R1, y R4, por ejemplo, en cuanto a medios y fines); 2. De carácter epistémico, consistente en determinar las técnicas para potenciar la racionalidad legislativa, y su diferenciación con las Teorías de la legislación; y por último, 3. el de evitar un sesgo ideológico respecto a la sobrevaloración de las propias teoría y técnicas legislativas.
    Respecto a este último punto, Atienza señala que al implicarse en el proceso legislativo diversas nociones de racionalidad y converger éstas en sentidos distintos, es difícil sino es que imposible satisfacerlas al mismo tiempo; lo que en el fondo conlleva limitaciones de la propia técnica legislativa, ya que no necesariamente “todos los grupos sociales” están interesados “que los objetivos manifestados en las leyes se cumplan en la realidad”.
    La cuestión de todo esto es que una mejor Legislación, le evitaría al Juzgador, sobre todo, exponerse al riesgo de lidiar, además que con las viciscitudes propias del caso que se le presenta, con otro juicio anexo, respecto a la norma o ley invocadas. No es poco, entonces, lo que implica la observación y sugerencia de Atienza...

NOVENA SEMANA [Investigación y Expresión Jurídica]


Los obstáculos de la Investigación

    En particular éste ha sido uno de los temas más provechosos del semestre. En la semana se abordaron los obstáculos a los que se puede enfrentar una investigación, y en el mismo sobresalió de manera muy relevante algunos consejos de carácter pragmático, y muy útiles para quienes tenemos el compromiso de investigar.

Obstáculos

   1. El tema. La recomendación fue que se debe uno casar con el tema que se investiga. Que no es conveniente el saltar de un tema a otro, especialmente por que no hay garantía de que el nuevo tema no vaya a generarnos las dudas del anterior. Todo ello, puede evitarse si se tiene mucho cuidado al momento de seleccionar el tema que se va a investigar. La importancia de una buena selección del tema, redunda no solo en el diseño ordenado de la investigación, sino en la calidad con que la investigación se aborda.
   2. Elección del asesor. Se hizo la recomendación, por parte del maestro, de que en la relación con el asesor de tesis, se privilegiara sobre todo el carácter metodológico de su guía; por encima de su conocimiento del tema. Hubo una reflexión muy amplia al respecto, pero la conclusión fue la metodología sobre todo, define la calidad de la investigación, más que el sentido positivo o negativo que se concluya respecto a la hipótesis planteada inicialmente.
   3. Información. Ésta, se nos dijo, no existe por sí, sino que debe buscarse, y por tanto, hacer un ejercicio de selección de la más útil para el tema que se investiga.
En este punto, la reflexión giró en torno de los límites psicológicos que pueden surgir al momento de investigar. “El mayor obstáculo que se pone uno mismo, es alegar que no hay información sobre el tema que se investiga”. “Es el pretexto ideal para no hacer nada”... “Siempre hay información, pero debe saberse buscar”. “A veces no se encuentra en un libro, sino en una parte pequeña de él”...
   4. Dificultad. El suponer que la tesis es un tema muy complejo, es otro de los obstáculos clásicos que se presentan a la hora de investigar. Este obstáculo supone supone la mitificación que se ha hecho de la tesis; y en general del gran mito de la investigación.
   La investigación debe ser realizada de una manera sencilla y fluida. Sin temor. Y como contrapeso a esa sencillez, se debe estar consciente que la tesis es solo un trámite, sí; pero es un trámite que debe hacerse bien y a con mucha conciencia.
Se nos recomendó, por parte del maestro, que si la tesis resulta de 4 capítulos, se procure equilibrar su contenido, es decir, en aproximadamente 40 cuartillas por cada uno de ellos.
   5. Planeación. “Una inadecuada planeación, es la mejor garantía de fracaso en una investigación.” Problemas clásicos: a) “No estamos habituados a planear nada”. b) Debe haber un Plan de Trabajo, con estrategias, de cómo, cuando y donde...”; c) un cronograma que nos señale tiempos, metas, plazos, etc., y al cual se debe uno ceñir lo más posible. Éstas metas, deben ser de algún modo, “evaluables o medibles”, respecto a los tiempos que uno se propuso en la investigación. Si por alguna razón, este Plan no se cumplió, se puede reprogramar. Pero si ocurriera que una segunda ocasión tampoco se cumple, se debe encender la alerta de que algo malo está pasando en la investigación; y si ocurriera una tercera ocasión de incumplimiento, por mayor razón, se debe poner mucha atención al problema, ya que se podría estar frente a un obstáculo de otra naturaleza.