domingo, 9 de octubre de 2011

OCTAVA SEMANA [Investigación y Expresión Jurídica]


1. Las redes sociales; y 2. el carácter bibliográfico del Protocolo de Investigación

Las redes sociales

    Parte de la clase de dedicó al tema de las redes sociales. Éste tema ya había salido a relucir en clases anteriores, pero quizá esta vez mereció más atención debido a que parte de las actividades comprenden la publicación de comentarios en esa vía: Facebook y Twitter. Hubo un poco de polémica. No es para menos: el efecto social de estos medios de interacción [red], pueden sentirse, pero todavía no pueden tener una medición cierta respecto a sus efectos. Quizá, como se dijo en clase, ya no solo sean un distintivo generacional, sino un medio del que en principio no es bueno abstenerse. Y ésto último, puede deberse a una cuestión de preferencia numérica [todo el mundo tiene una cuenta de este tipo], pero también a que finalmente representan innegables ventajas para socializar y comunicarse con los demás. Por otro lado, puede decirse que un medio como éste puede tener muchas desventajas o representar como sea un vicio cuando se abusa de él, o que sea propicio para la manifiestación de psicopatías individuales; pero lo que es evidente e innegable, son sus potencialidades de divulgación.

El carácter bibliográfico del Protocolo de Investigación

    A partir de esta semana, el tema del Protocolo de Investigación va a ocupar prácticamente lo que resta del semestre. Se hablo de éste como el diseño de la investigación. Un Protocolo, sería sobre todo eso: una serie de pasos para llevar a cabo una investigación. El método entonces, se equipararía tanto a los pasos a seguir, como al desarrollo de cada uno de los pasos que involucran la investigación. Ésta, partiría de plantear [1] una pregunta, que debería corresponder a una pregunta de carácter cerrado, es decir, que solo aceptara en principio una respuesta afirmativa o negativa. Un sí, o un no. Enseguida, habría [2] una hipótesis, la cual contendría la respuesta tentativa a la pregunta de investigación. Y luego de esta, [3] el diseño de los medios de prueba de esa hipótesis planteada: que en suma estarían contenidos en el diseño del capitulado de la investigación. A partir de entonces, [4] el siguiente paso sería el recabar esos medios de prueba, y a partir de este punto, iniciaría el análisis; las conclusiones [5], constituirían la parte final del diseño de la investigación, en donde se contendría el resultado a que se llegó luego de analizar los medios de prueba, en relación a la hipótesis.
    Uno de los aspectos más importantes, fue la precisión del carácter bibliográfico de una investigación. Esta no puede llevarse a cabo sin contar con ese elemento. Se dieron algunas características elementales: a) la bibliografía no debe ser de más de cinco años hacia atrás, excepto cuando se trata de textos clásicos; b) tiene el propósito de saber lo que han dicho otros autores sobre el objeto de estudio; c) en la búsqueda de la bibliografía, no debe esperarse que el objeto de estudio sea abordado en pleno o directamente; quizá esa búsqueda debe centrarse en aspectos especializados del objeto, y no en el objeto de estudio mismo; y por último, d) se recomendó que cuando menos se citen cinco autores por cada capítulo.
    En este último aspecto, ocupa un lugar muy importante de la investigación, el saber seleccionar la información a la que se recurre. Solo tomar lo útil; pero para ello, antes que nada se debe relacionar tanto el marco teórico, con el objeto de estudio, y a su vez éstos con el diseño que se hizo de la investigación.
    Por lo anterior, hubo la recomendación de que en la búsqueda de la información, se tuviera siempre presente que ésta puede encontrarse como parte de otras investigaciones y disciplinas, y no necesariamente coincidir con el título total o parcial de la investigación, o incluso el objeto que se está investigando.

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